lunes, 13 de octubre de 2008

El infierno “Bajo La Sal” de las jovencitas de ciudad Juárez

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A decir verdad, es cierto que los trailers que hemos visto de esta película mexicana, muy al estilo Hollywoodense, nos han dejado ¿Por qué no? Medio satisfechos por la trama que nos entre dejan ver los cortos, las escenas de tensión muy numerosas y el terrible tema que maneja. Las noticias de estas inocentes chicas son demasiado crudas y reales como para que los cineastas acudan en masas a meterlas en la pantalla grande.

Y Mario Muños, director de la cinta, no fue una excepesion. Se inmiscuyo entre varios informes de la policía, investigo varios casos, se armo con su guión bajo la manga y se fue a Santa Rosa de la Sal (nombre ficticio del poblado, eh, por que en realidad es Guerrero Negro B. C.) con todo su equipo de grabación para rodar un film de suspenso que fuera muy revelador, obviamente que ficticio.

La historia es así.

Ya dije el nombre del pueblo, ahí, en Santa Rosa de la Sal, un lugar inhóspito donde las arenas del tiempo han convertido gran parte de su territorio en una salinera, donde se aprecia un desiertico paisaje que cubre una altiplanicie por muchos kilómetros, se ha hecho un oscuro y horrible hallazgo.

Varios trabajadores en sus labores han desenterrado lo que pareciera ser una mujer momificada con vestigios de sufrimiento y perturbación en la hora de su muerte. Pasa la primera vez entre primera planas y estupores de la comunidad. Pasa una segunda vez. Pasa una tercera y siguen desenterrando de su fría sepultura a más chicas con las mismas señas de tortura.

Todo ha llegado muy lejos, lo suficiente como para que la policía de la capital se haga cargo del asunto. El encargado es el comandante Trujillo (Humberto Zurita), quien más adelante se obsesiona por el caso, volviéndolo parte de sí al ver el sufrimiento de las familias que, presentes ante la masacre que no se detiene, ven en su persona la única esperanza contra aquel enfermo y asesino responsable de las muertes de sus hijas.

La trama envuelve a Isabel (Irene Azuela), una estudiante de donde son escogidas las muchachas, los ecos del asesino se tornan potentes y las pistas llueven por montones, pero no solo en el afán de encubrir al homicida.

Sobre los sospechosos. Los hay de a centavo la docena, figurativamente hablando, esta Ricardo, un chico de gustos tétricos y un trabajo frío, el preparador que maquilla los aterradores cuerpos encontrados en la salinera. Esta un profesor cuyas acciones y palabras nos orillan a creer que es el orquestador de la matanza (interpretado Plutarco Haza) y otro profesor representado por Julio Bracho, alto, no os adelantéis, no juzguéis hombres necios a sus semejantes sin razón…

Bueno basta de virreynalismos. No presuman rápidamente saber que el maestro dado vida por Julio será el asesino, y no los culpo, sus personajes han sido fríos y la personalidad del actor nos orilla sin pensarlo a acusarlo como el autor intelectual pero, ya saben como es esto del suspenso, nos podemos imaginar mil de desenlaces pero al final no estábamos ni cerca.

Estén pendientes a más artículos de estrenos y notas especiales sobre las películas que se acercan de a poco a la pantalla grande. Saludos de todomubees.blogspot.com